PAÍS DE NADIE
Bienaventurados los que pierden toda patria
porque de ellos será la luz de su propio dominio.
Pero la patria no es de nadie cuando cualquiera
debe negarla tres mil veces ante extraños.
La patria ha sido confiscada en aeropuertos,
bancos, multinacionales, se arruga inútil como el billete
sin valor que la exhibe; la patria se va apagando
en la fotografía guardada – se deshace
con el aroma del último café.
La patria va quedando tirada
por las calles de todas las otras patrias
adonde un día huimos.