TAXI
Todo tan cotidiano tan aparentemente simple
el mediodía del viernes iracundo con su rumor de mosca en el verano
y Bogotá verde vibrante
sus parques de pronto alegres tras el cristal del taxi
y allí el sopor el lento andar hacia sitios que son todos ajenos
la canción en la radio como una telaraña de luz que crece y crece
la vida aquí podría ser
pero la muerte
tiene puesta la máscara del carnaval y ríe
y entonces apareces
no no vienes de fuera del aire estremecido
subes dentro de mí de mi esófago de mi dura garganta
espléndido en tu viernes
debajo de tu sol que no es el mío
la telaraña enreda sus hilos en mis ojos y otra vez te has marchado
y quien me vea ve una mujer que mira sin afán el paisaje
no alguien que va saltar hacia el vacío
que está saltando ya
mientras mira el reloj sin ver la hora.