Retrato de un jovencito
Pintad un hombre joven, con palabras leales
y puras, con palabras de ensueño y emoción;
que haya en la estrofa el ritmo de los golpes cordiales
y en la rima el encanto móvil de la ilusión.
Destacad su figura, neta, contra el azul
del cielo, en la mañana florida, sonreída:
que el sol la bañe al sesgo y la deje bruñida;
que destelle en sus ojos una luz encendida;
que haga temblar las carnes un ansia contenida;
y que el torso, y la frente, y los brazos nervudos,
y el cándido mirar, y la ciega esperanza,
¡compendien el radiante misterio de la vida!